Nadie es perfecto, pero aún así nos queremos con nuestros defectos. Con nuestra casa pasa igual. Hay cosas que alguien que no conoce esta casa diría: “Vaya desastre.” Pero nosotros nos hemos acostumbrado.
Nos hemos acostumbrado a que no haya luz en el pasillo desde que la vecina convirtió la casa en las Cataratas del Niágara. Nos hemos acostumbrado a ver un cable enrollado debajo del escritorio que sale de la pared. Supongo que alguna vez sirvió para algo. Sobrevivimos al agua del grifo del fregadero, que solo tiene dos temperaturas, congelada o hirviendo. La ducha… La ducha ahora va de lujo desde que nos cambiaron la caldera. Antes teníamos que encender la calefacción para que saliera agua caliente. Qué tiempos aquellos.
Nos hemos habituado a usar regletas. Un sabio arquitecto o electricista, o quien hiciera la reforma de mi casa, consideró que los enchufes no son útiles en esta vida, que casi nadie los usa para nada.
– ¿Electricidad? Bah. ¿Para qué?
Consideró que el presupuesto reducido para enchufes era para la cocina. No sé cuántos hay, pero son una barbaridad o es que ya me lo parecen porque en el salón solo hay dos, otro en cada habitación y otro en el baño…
Aaaay, lo del enchufe de la habitación es para darlo de comer a parte.
– ¿Dónde ponemos el único enchufe de la habitación?
– Ponlo ahí, arriba, en medio de la pared, a la altura de la almohada.
– ¿Y el interruptor? ¿Ponemos uno a cada lado de la cama?
– No mejor le ponemos al lado del enchufe para que al cambiar de postura mientras duermen, enciendan la luz y se despierten.
Y rieron como los genios malvados que eran.
Pero aun así me gusta mi casa. Es mi lugar favorito.
Pobres, vivir así?
Me imagino que la renta estará en consonancia, con las prestaciones y condiciones del piso.
Los caseros bien suben las rentas, lavan la cara al piso, y luego es cuando dia a dia, vas descubriendo, esas pequeñas cosas que te hacen complicada! La vida.
Es lo quw hay, el rico cads vez más rico, y el pobre más pobre.
Es la sociedad que nos ha tocado vivir. ….
Ya vendrán tiempos mejores! !!!!!
Espero
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Muy cierto.
Es lo que hay y donde no hay no roban.
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Hogar dulce hogar. Como dice el refrán. «En tu casa tu culo descansa» Lo hacemos a nosotros a nuestra comodidad, que hay errores los adaptamos o mejor dicho, los adoptamos y pasan a formar parte de nuestro día a día, por algo están en nuestro hogar. Un abrazo Henar, Feliz domingo. XD XD
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En mi casa mi culo es feliz… Sí. 😉
Feliz lunes, Antonio.
Un abrazo.
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Así son las casas, y cuando se pasa el tiempo descubriendo desperfectos y viviendo con ellos, es que se convierte en Hogar. Saludos con la risa que me dejaste para el domingo!!
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Me alegra que mis penurias te hagan risa… 😛
Es broma. Yo también me río.
Un saludo.
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jajajaja lo del enchufe es de nota, de nota alta!
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Para algo pagamos al mejor electricista de la zona. 😉
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Si funciona… mejor no meneallo. Porque como permitas que un/una manitas dé rienda suelta a su imaginación proponiendo y perpetrando reformas igual va a ser peor el remedio que la enfermedad.
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Totalmente cierto. Yo ya no me fío de los manitas.
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Pingback: Quinto mes | Pensando en la oscuridad
Para matar al arquitecto. Era ciego, inútil, sinvergüenza o todo a la vez
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Bien dicho, ERA. Ya no está entre nosotros.
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