119 comentarios en “¿Miau?”

    • Anda que a un bonito iban a hacerle ascos… qué carajo, hasta a ti te comerían si llevaras pocos días muerto, da igual que estén domesticados o no… Quizás le hace falta eso, una buena cena a la luz de unos ojos color esperanza.

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  6. Debería halagar tan magnífico cuento —y al final lo he hecho; si es que siempre termino cayendo en las tentaciones fáciles—, pero ¿tú sabes por qué se arañan los gatos entre sí?
    Y si lo sabes, supongo que lo has empleado intencionalmente en el relato.
    Ya te digo yo que guardas mucho.

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    • Galán lo dudo. Gañán por comportamiento, que no por afición —para ser un buen gañán hay que ser muy trabajador y muy noble; puede que esta palabra la emplee la gente de manera despectiva, pero te aseguro que no lo es—.
      Y en cuanto al baúl «sesual», como dirían antaño: ¡Que me place! Espero ser asomado meritorio.

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    • «Gañanes oreaos rabiosamente ignorantes, nada onerosos », GORRINO.
      De momento estoy sólo. Habrá que mirar si el gran Cándido acepta. (Por cierto, que me encantan sus pensamientos del día que se pasó con la mau)

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    • De burros, otro animal gañán que lleva dos. Erres, quiero decir.
      Evidentemente, Cándido será el heraldo de la asociación. Dale una tumbona, una mau, un bolipapel y yastá.

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    • Y si tuviese dos espaldas, tres que te dejaba. Lo de la piscina está bien por la alegría que da, pero yo soy de secano por fuera. Te puedes tirar a bomba, o como quieras. Lo que importa es el ambiente para que Cándido sea productivo. Yo, con unos balncocasera, me doy por satisfecho. Bueno, y una tortilla de patatas con cebolla o similar.

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    • No te preocupes por el catering que para eso está el chiringuito de la piscina. Y si es por lo de las camareras, tampoco te atormentes. Si te gustan los chicos cuadradetes en tanga de leopardo para que estén pendientes de que no te falte una mau, lo gestionamos. ¿Rubio, moreno, pelón?
      Pero acuérdate de traerte el cuaderno y el boli. O con lo que escribas.

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    • ¿Qué dices? Perdona, no estaba pendiente. Es que me distraje mirando las tetas de la camarera. ¡Uy!, si hasta me he manchado con la tinta de la pluma —o los bytes del ordenador, que me he vuelto a distraer—.

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    • Aquí los gatos se creen que saben todo, hablan con «re» y saben lo que es «trucho», por eso hay que tener cuidado cuando los alimentas. Puede que si se enfadan te tiren un «remiau». Puede que pidan caricias o alimento. Entender a un gato argentino ya es too much. Es demasiado, ya con nosotros es suficiente!

      Yo soy enana, no me cabe la menor duda que estás más allá de mi altura (¡en todo! jaja).

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    • Joder. Los gatos van a ser más listos que yo. ¿Qué es trucho? Hago lo que puedo por entenderte, y también para que me ofrezcas caricias, aunque sin duda lo que ya sabes que busco desde hace mucho es comerte con unas papas fritas. Qsssqssssqss. En Hannibal sonaba mejor. Cocina experimental, de esa con la que te quedas con ganas de más. Quizás luego me coma a mi gato.

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    • Aaaaajajaja, ¿y tú crees que es fácil entender un «idioma» como el mío? Busca en mi web una entrada que se llama «La innegable realidad de ser argentino» (creo que está en la Parte II) y una vez sepas lo que es «trucho» me cuentas… Yo caricias tengo miles, pero si me vas a comer prepara tu banquete: sobra carne (la de aquí es buena) pero no me desangres lento, que eso duele. Antes, déjame comer papas fritas contigo, así me doy el gustito y luego me embuchas cual Hannibal.
      ¿El gato sería el postre? Vaya… Madre mía qué festín! 😛

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    • Mira, morena: yo lo único que hago bien no se puede contar, y de lo que sí se puede incluiría los verbos comer, amar, (rezar está en terapia), reír y traducir. Lo de escribir… es parte de mi caradurez congénita. Viene en el ADN y no tiene remedio, me han dicho los médicos. Igualmente, tomo una pastillita de vez en cuando, sobre todo cuando arden los borradores y me creo capaz de publicar y quedarme tan contenta. En esos momentos, debería tomarla unas 5 horas antes, para que hagan efecto. A veces, simplemente lo olvido. Debería disculparme en público, lo sé.
      Gracias 😉

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