Brutal

Habrás visto que antes de esta publicación hay otra y, si no, ¡mierda! Confirkey-hole-1190507_1920mado, estoy más guapa callada. Ya es tarde, en fin. Sí, hay una entrada anterior que lleva el mismo título. No es lo mismo, ni parecido. Por ese motivo está bajo contraseña. No es para atraer la curiosidad, ni el morbo, no, para nada. Es porque no quiero que la leas o que quieras leerla. ¿Para qué la escribes, pues?, te puedes estar preguntando. Sencilla respuesta: me apetecía hacer algo… digamos distinto, digamos brutal, algo que estaba fuera de mis límites o que no sabía que encerraba en lo más hondo de mi mente. Y ahora me acecha en su nueva libertad. Para que me deje en paz, lo propago. Solo si eres un incauto, solo si no lo puedes dejar pasar, puedes pedirme la clave por comentarios. En un correo te llegará. Por favor, mándalo a spam sin abrirlo, o a la papelera y directamente destrúyela.

140 comentarios en “Brutal

  1. Si no haciéndote caso me va mal probaré lo contrario, te haré caso esta vez; no quiero la contraseña porque si la pido en contra de tu consejo la utilizaré y al final conseguirás lo que te propones, que la lea y me pierda y prefiero perderme en tus manos que en tus lecturas. Acúname, inocente, en tu regazo.

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  2. Vayamos por partes. Soy muy vago, pero muy cotilla, así es que tengo el corazón «partío». Por partes, ya te digo.
    Mira, si eso, me la mandas: torpeyvago@gmail.com —¡tate!, que el resto que la han pedido no te han puesto correo—.
    Si resulta que la contraseña está encriptada en el texto, cosa que no me extrañaría, que te den morcilla —de Segovia, con un buen vino o una cervecita—.
    Y si me la mandas y me acabo de levantar de siesta, puede que le eche un vistazo a la cosa, o no, ¡qué pereza!. Pero, ¡qué ganas!. Ya te digo, «corazón partío».

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    • No era necesario que me pusieras el correo. Como hacker profesional, soy capaz de sacarlo del comentario. Sí, me las estoy dando de guay. En realidad, sale en el administrador.
      Tu soborno cárnico ha llegado a su destino y, por tanto, serás recompensado para hacer lo que te salga del moño con la clave.

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