¿Cómo va la vida, gente? La mía, así, en pequeño resumen, va, ya más tranquila. ¿Será porque sigo sin wifi? Mentira. Se lo estoy robando al vecino. Ssssssh. Las cosas, poco a poco, van encontrando su sitio, aunque yo siga perdida. Lo bueno es que tengo algo de tiempo para poder encontrarme. Mientras tanto, os sigo dejando con momentos pasados.
Antonio, Antoñito cuando me pongo tierna, Antonio Caro Escobar de nombre completo, poeta de la cabeza a la bragueta, digo a los pies, amigo y conocido por el blog de Velehay o por su libro «Desde mi mente, para tu alma«, donde me concedió el honor de hacer el prólogo, es el que se dejó enbaucar para crear este poema conmigo. No soy de tocar la poesía, bien lo habéis podido comprobar, pero de su mano era fácil adentrarse en el bosque de los versos y no sentirse fuera de lugar. Para él los versos impares, para mí volar a su par.
Que sí, joder, que ya os lo pongo… y dejo de rimar.
3 de noviembre de 2015
Amar o sufrir
Días fríos, días largos.
Invierno en el propio cuerpo.
Pensamiento aletargado,
congelado tras el tiempo.
Vidas pasadas deprisa,
perdidas entre suspiros
y sueños para el mañana
suplicantes en secreto.
Guardados en un baúl
acumulan telarañas.
En un rincón olvidados
justifican la tardanza
De aquel amor añorado
que se fugó sin pensarlo
y se llevó tu recuerdo,
nada queda, solo pena.
Pesadumbre y malestar
desgarrando contra el pecho.
Sentimientos y caricias
tratan de deshacer hielos.
Que en el corazón forjaron
con estertores de un fuego
ardiente y lentos latidos.
Si esperas, lo oirás. Bum. ¿Ya?
Va acompasado su ritmo,
desnuda ante un nuevo músico.
Su alma, su ser y su cuerpo
quieren que él sea su dueño.
Se entrega siendo consciente,
aprovechando el momento
de volver a ser ella misma.
Su opción: sufrir o amar.
Que te instalen pronto la linea y puedas conectarte al wifi o vas a acabar muy mal, te lo digo yo que de eso entiendo una jarta como se dice en mi tierra. Besos.
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¿Qué es lo peor que puede pasarme, que acabe saliendo a pasear? Por favor, dime que no, dime que no.
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Pues si y que conozcas Madrid y no te guste y llores queriendo volver a casa. 😉
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Mi caaaasa, teléfono… Igual me gusta sentirme extraterrestre.
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Reblogueó esto en Velehayy comentado:
Voy a rebloguear esta entrada nada más por que hay una parte de mi en el poema, como ya ha dicho Misifu los versos impares son míos (si alguien se pregunta ¿porqué los impares? Por que soy un caballero y di a elegir. 😀 No que va, es mas bien porque nací de izquierdas o sea nací zurdo y tengo tendencia a lo contrario que la gente, soy así de especial.
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No sé para qué te halago si ya lo haces tú solo.
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¡Yoo! Yo no soy egocéntrico, no me gusta ni halagarme, ni pensar que soy el mejor en nada, de nada. Soy o creo que soy una persona muy humilde. 🙂
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Crees, tú lo has dicho, y yo no quiero decir nada acerca de tantos verbos en primera persona.
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Me encantaron los versos… Menos mal que lo tuyo no es la poesía… Ah?
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No es lo mío, es lo de Antonio. Lo que se me da a mí bien es camuflarme y, si el follaje es como el del poeta este, no veas. Me ves, ya no me ves, algo así como en el cucu ¡tras!
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Los versos son muy lindos y de sobra conozco tu talento. Qué mas da si es relato, poesía o reflexión. Eres una artista en todas.
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Releyendo tu comentario por octava vez, novena, décima… Le hago una captura para seguir ruborizándome y sonriendo como boba luego. Eres un encanto, Mel. Gracias.
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Bueno mi reina, no digo mentiras. Todos los que te leemos lo sabemos. Besos, chika bonita.
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Me dice «chica bonita» una de las más linda de este reino, y tampoco miento, solo dejo que hablen mis emociones. Más besos.
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Ah, es que cuando empezamos con los piropos recíprocos, no encontramos cómo acabar. Estas emociones…
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Te pongo un final en bandeja: yo te llamo mi ángel, tú me das «me gusta» y fuimos felices sin comer perdices.
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Descorazonada estoy, viviendo en el desencuentro, anidando cual cuco infame, siempre en el cuerpo ajeno.
Eligiendo donde quedarme, me perdí por el camino correcto, que es no tener que elegir, entre amor y desenfreno.
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No hay camino si vuelas entre el deseo. Si dejas que tu cuerpo te guíe, sé que llegarás muy lejos. Sube montañas, baja puertos. Entre las sombras, en un callejón escondida, te espero.
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De mi cuerpo pende el deseo, en mi mente confío para llegar a buen puerto, y si me falla el raciocinio sé que estarás cerca esperando a recogerme
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Para ti siempre tendré los brazos abiertos, y la mente por si quieres contarme de imposibles sueños.
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Yo sería incapaz de hacer algo así de bueno. La poesía no es lo mío. Besitos artistas
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Serás embustero. Ya pondré aquella otra colaboración a cuatro que hicimos para callarte la boca.
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😐
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Hermoso poema, gracias a los dos! 🙂
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Qué malqueda Antonio no diciéndote que de nada y gracias. Ains. Me tocará ser a mí la educada, con lo mal que lo llevo.
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Igual te ha dejado «la tarea» y te ha tocado! ;-). Abrazos a los do (tú dale mi abrazo que lo tienes un poco más a mano…)
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Lo que no se haga por colegas… Aaaay. También le daré tu abrazo, qué remedio…
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🙂
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precioso poema
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No sé yo si creerte al no haber dicho ninguna gañanada.
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Es que estoy bajo de forma
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Pero, ¿no eres de los míos, de esos que siempre están así porque no se mueven del sofá y, sin embargo, con la mente nunca paran?
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Mi mente y yo andamos a la gresca siempre. Ella se empeña en pensar y yo como castigo la alcoholizo 😉
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¿Estás seguro de que es un castigo? Porque pa’ mí que así la deshinibes.
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Pues igual…
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Mi plan malvado para hacerte pensar parece estar dando resultado.
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¿Pensar? Ja,ja,ja
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Al menos te he hecho reír. También me sirve para darme por satisfecha.
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De este poema ya hablaremos tú y yo más detenidamente, que ahora no tengo tiempo.
Ahora a lo que voy: Quería comentarte esto, pero no sabía cómo mandarte la información, así es que aquí que te la dejo:
http://www.ociozero.com/foro/xviii-concurso-de-microjustas-literarias
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No me lo has comentado mucho. He entrado, he leído un micro tuyo y no sabía a dónde querías llegar. En «sobre mí», tengo un formulario de contacto o el enlace a mis redes, aunque deduzco que tú no tienes.
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